Un libro de consulta imprescindible para descubrir y trabajar tus Chakras es "Ruedas de la Vida" de Anodea Judith.
En el apartado referente al Chakra 6, nos habla de la Luz y nos cuenta como el color ha sido utilizado en métodos sanadores con grandes resultados. El color, utilizado por un rayo solar atravesando un cristal tintado de un determinado color e incidiendo en la persona a tratar, o beber agua que haya recogido la luz solar en un vaso coloreado, ejerce un notable efecto sanador en muchos de los casos.
Los tratamientos con luz azul, por ejemplo producen un alivio permanente en cuadros de ciática e inflamación, luz amarilla aporta claridad mental, roja para combatir el cansancio físico y dorada anaranjada se ha utilizado en diabéticos.
Los colores de los Chakras siguen una progresión lógica a través del espectro, correlaccionando la frecuencia más baja de luz, que es el rojo, con el Chakra inferior y uniendo los demás Chakras con el resto del epectro, aunque este sistema no es el único existente, y no debería ser confundido con los colores que emanan los Chakras a los ojos de un clarividente, ni con las tonalidades descritas en los textos tántricos.
El doctor Jacob Lieberman descubrió en su investigación que cuando una persona NO ERA RECEPTIVA A UN COLOR EN PARTICULAR, en casi el 100% de los casos se debía a estrés, una enfermedad o una lesión en la parte del cuerpo relacionada con el Chakra de ese color.
Según el arcoíris del espectro, los colores de los Chakras son los siguientes:
Chakra 1: rojo
Chakra 2: anaranjado
Chakra 3: amarillo
Chakra 4: verde
Chakra 5: azul (turquesa)
Chakra 6: índigo (azul oscuro)
Chakra 7: violeta o blanco
Una buena forma de conocer el estado de tus Chakras es mediante esta sencilla visualización:
Tumbado o sentado, de manera que estés confortable, con los pies apoyados en el suelo en caso de estar sentado y la espalda recta. Toma unas cuantas inhalaciones profundas, sintiendo como el aire entra por la nariz y llena tus pulmones y tu abdomen y luego sale poco a poco desde tu abdomen, vaciándolo, vaciando tus pulmones y abandonando tu cuerpo por la nariz nuevamente, llevándose problemas y preocupaciones.
Empieza a visualizar el primer Chakra como una rueda de luz roja situada en el perineo, puede que al principio te cueste ver su color, ¿ya? examinalo, ¿es rojo claro, rojo intenso, aparece de otra tonalidad? Una vez localizado el primer Chakra busca el segundo, a la altura de tu ombligo y observa su color, siente su presencia en tu cuerpo. Estás visualizando los dos primeros Chakras, uno encima del otro, mantenlos, no los pierdas de vista. Añade el tercero, en el plexo solar, explora su color y su presencia y súmalo al arcoíris en el que te estás convirtiendo. Con los tres primeros Chakras iluminados ves a conquistar el cuarto, en el centro de tu pecho. Eres rojo, naranja, amarillo y verde. Casi has llegado al final, los Chakras superiores te esperan, azul turquesa tu garganta, ¿lo tienes? pues ahora súmale el azul oscuro del tercer ojo, o sexto Chakra. Finalmente el corona, blanco o violeta. Eres Luz, tu cuerpo resplandece en un arcoíris multicolor, te llena de color, calor, energía... cada poro de tu piel, cada parte de tu Ser. Disfruta plenamente este momento. Mantén este estado de bienestar y cuando quieras salir inicia poco a poco el movimiento, tus pies, tus manos.... despacio, no hay prisa.
Los colores que más te cueste encontrar, que aparezcan de un color débil o apagado reflejan que ese Chakra no está funcionando correctamente, así que una buena terapia puede ser añadir ese color a tu día a día, utilizarlo en ropa, imaginar que un rayo de ese color baña tu cuerpo y te ilumina, pintar tu salón o tu cuarto..... DESARROLLA TU LADO CREATIVO!!